Contenidos

 

COMUNICACIÓN

 

Como todos sabemos, la principal manera que tenemos las personas de interactuar con el mundo especialmente con nuestros pares es a través de la comunicación, la cual es efectiva cuando ambas partes tienen una intención comunicativa, además se requiere de un canal por el cual la información que el emisor desea entregar sea bien recibida por el receptor, ésta información puede ser oral, escrita o gestual. La comunicación oral es la más utilizada, gracias a ella podemos expresar cada pensamiento, sentimiento, opinión, información en general. Pero es posible que debido a distintas causas, esta capacidad de expresar verbalmente nuestra forma de comunicación (habla) se vea afectada. El control muscular de los mecanismos del habla se puede ver alterado, afectado la inteligibilidad del habla, la cual requiere de coordinación, precisión y cierta armonía  en los movimientos de los órganos fonoarticulatorios. Es común encontrar secuelas en la motricidad oral del habla en personas que han sufrido afectaciones cerebrales, enfermedades neuromusculares, alteraciones estructurales, anomalías craneofaciales, y más frecuente en niños los malos hábitos orales, en todas estas afectaciones es habitual encontrar inconsistencia articulatoria de algunos sonidos, distorsiones consonánticas, y tanteos articulatorios entre otras consecuencias.
La forma de rehabilitar o superar en cierta medida esta dificultad en la fluidez verbal es trabajar la motricidad orofacial, fortaleciendo la musculatura y reactivándola con ejercicios para lograr una comunicación eficaz en nuestros pacientes, no solo en esta parte el Fonoaudiólogo juega un papel importante  sino que también en el diagnóstico, y en el proceso de concientización de la afectación, además de acompañar al paciente y a su familia en este proceso para guiarlos y lograr juntos la superación del problema. La familia es de suma importancia en cualquier proceso de intervención, es así como el paciente se anima aún más en salir adelante, ya que se siente respaldado por un grupo humano que emocionalmente lo motiva.


La terapia que se usa frecuentemente es la Terapia Miofuncional Orofacial la cual corrige el desequilibrio muscular orofacial, facilitando adecuados patrones funcionales en la producción del habla, además participa en la rehabilitación de la deglución, masticación, reduce los hábitos orales deformantes y mejora la estética de las personas.


La Terapia Miofuncional es de gran importancia debido al creciente número de patologías que abarca, que provocan un desequilibrio en la musculatura orofacial, encargada de la producción del habla afectando lengua, labios, maseteros, etc. y debido a esto es posible encontrar afectaciones en la estructura ósea orofacial (maxilares, dientes, paladar, entre otros). Además esta terapia es importante por su aplicación a toda serie de trastornos orofaciales.

Es común realizar esta terapia en personas que presenten malos hábitos orales, en los cuales la rehabilitación se enfoca en la reeducación de los hábitos de deglución atípica, respiradores bucales, problemas de succión, articulatorios, y en general problemas que derivan en afectaciones en el lenguaje, tan necesario para lograr una interacción y/o comunicación con el medio y las personas que lo conforman. El objetivo es lograr una función muscular normal para ayudar al crecimiento y desarrollo de la oclusión normal, logrando una correcta coordinación de la musculatura orofacial.

La Terapia Miofuncional, está dirigida a personas con mala oclusión dentaria, y posicionamiento de las piezas dentarias, deglución atípica, hábitos de succión, respiración bucal, mala colocación de la lengua en posición de reposo (interposición lingual), entre otros.

Para obtener éxito en el tratamiento es necesario que el paciente este comprometido, además lo más importante es que tenga conciencia de la alteración que presenta y de sus posibles consecuencias. Por otra parte la constancia en los ejercicios enseñados por el terapeuta, que deben ser realizados. En un principio los ejercicios deben ser intensivos y luego un programa de mantenimiento, para que los hábitos enseñados sean establecidos e incorporados por el paciente, logrando su realización en forma inconsciente.